Nada desanima a Bonita White, de 83 años. Esta microbióloga jubilada se dedica a dar clases de religión en la escuela dominical nada menos que a niños de 3 y 4 años. Ella conduce y lleva a sus nietos al colegio y los trae de vuelta, y hace amigos dondequiera que va. Nada la detiene, ni siquiera el cáncer.
“Mis mamografías siempre habían sido normales, pero esta vez no”, dijo Bonita. “Me encontraba en Nueva York cuando recibí la llamada. Algo parecía un poco sospechoso y tenía que repetir el examen”.
Dos días después me hicieron una segunda mamografía, pero los resultados no fueron concluyentes. Me recomendaron que me hiciera una tercera mamografía en seis meses. Esta vez los resultados mostraron que algo había cambiado. Fue entonces cuando comenzó el rápido e increíblemente bien coordinado diagnóstico y plan de tratamiento. Inmediatamente me hicieron una biopsia.
La Dra. Karuna Vangala, médica de atención primaria de WellMed at Cedar Hill en Dallas me dio la desafortunada noticia: el tumor era canceroso. “Aunque la Dra. Vangala pensaba que el tumor era muy pequeño, al principio me sentí angustiada”, comentó Bonita. “Sin embargo, sabía que tenía muchos amigos, la familia y los amigos de estudios bíblicos que estarían conmigo para rezar por mí y apoyarme. Y lo más importante, sabía que Dios estaría conmigo durante este camino”.
Bonita dice que su fe desempeñó un papel importante dándole la fuerza que necesitaba. “Recé para mantener la calma y tener una actitud positiva”, añadió.
También contó con el apoyo de alguien a quien no conocía: la Dra. Depti Kallam de USMD Oncology. Ella estaba de vacaciones, pero regresó antes de lo previsto cuando se enteró del problema de Bonita. “Era importante para mí ver a esta paciente lo más pronto posible”, dijo la Dra. Kallam. “Así que suspendí mis vacaciones y pude ver a la Sra. White en 12 horas. Hablamos sobre los resultados de su biopsia y un plan de tratamiento. Después de nuestra plática, la Sra. White estaba lista, dispuesta y preparada para la cirugía”.
A los pocos días, estaba en consulta con la Dra. Kory Jones, cirujana de los senos en la clínica USMD Arlington South General Surgery Clinic. Una semana después, su cirugía se había realizado. “No hubo complicaciones y la Dra. Jones me dijo que había podido extirpar todo y que estaba libre de cáncer”, comentó Bonita.
Los tratamientos de radiación fueron el siguiente paso. “Algunos días no tengo tanta energía y mi piel está muy sensible,” dijo Bonita. “He tratado de bajar un poco mi ritmo de vida y mi vida ha cambiado un poco, pero siempre me esfuerzo por ser lo más positiva posible”, añadió. “He formado un vínculo especial con otras tres mujeres que también se están sometiendo a radiación”.
Bonita dice que está muy agradecida por la atención que recibió de todos los proveedores médicos de WellMed y USMD. “Ellos se encargaron de toda la coordinación de mis citas y me cuidaron con mucho esmero”, comentó.
“Siempre he sentido que los empleados de mi clínica son mi familia porque así es como me tratan. Cuando abren la puerta no solo me saludan, sino que me dan la bienvenida y tenemos unas conversaciones excelentes”.
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