Una prueba de detección anual probablemente le salvó la vida a un paciente

Si no fuera por su médica de atención primaria, Florante Baloyot quizá no estaría vivo.

La Dra. Kathy Nguyen de Optum – South Lake Clinic en Clermont, Florida, vio a Florante por primera vez en 2022 cuando acudió a su chequeo anual. A los 74 años, Florante seguía activo, jugando al pickleball a diario y cuidando su jardín, pero la Dra. Nguyen decidió que debería hacerle un electrocardiograma, solo por precaución.

“El Sr. Baluyot no había dicho que tuviera dolor en el pecho ni otros síntomas, pero tomaba muchos medicamentos y hacía mucho tiempo que no se le hacía un electrocardiograma”, comentó la Dra. Nguyen.

Fue una buena decisión, ya que el electrocardiograma mostró una anomalía.

Sin que la Dra. Nguyen lo supiera, Florante había sentido cierta dificultad para respirar mientras jugaba al pickleball, pero siempre desaparecía y, como decía su esposa, él no es de los que se quejan.

La Dra. Nguyen inmediatamente remitió a Florante a un cardiólogo,un estudio completo, incluyendo un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo. Los resultados de una de las pruebas hicieron que el equipo cardiológico remitiera a Florante para someterse a una angiografía.

“La angiografía mostró una obstrucción de entre el 90% y el 100% en cuatro arterias coronarias”, añadió Mildred Baluyot, esposa de Florante. “Cuando llegaron los resultados, no le permitieron volver a casa e inmediatamente lo remitieron a una cirugía de derivación (bypass)”.

La doctora le dijo a Florante que lo hospitalizarían de inmediato y que, como era viernes, lo operarían el lunes por la mañana.

La cirugía fue larga, pero Florante salió bien y fue trasladado a una habitación tras una breve estancia en la unidad de cuidados intensivos. Su hija, una pediatra que vive en Kansas, se reunió con Mildred en Orlando y se turnaron para acompañar a Florante hasta que le dieron de alta para volver a casa a finales de semana.

La recuperación de una operación de este tipo lleva tiempo, pero Florante contó con mucha ayuda. Empezó con visitas domiciliarias para recibir terapia ocupacional, siguió con fisioterapia y, unas semanas más tarde, con rehabilitación poscardíaca.

“Después de todo eso volvió a ser el de antes”, afirmó Mildred. “Él no es de los que se sientan y están quietos sin hacer nada en todo el día, es un hombre activo”.

Al principio, Florante veía a la Dra. Nguyen cada seis meses, pero ahora ha vuelto a sus chequeos anuales, aunque la ve cuando acompaña a Mildred a sus citas. La pareja está agradecida de tenerla como su médica de atención primaria (PCP, por sus siglas en inglés).

“Tenemos una buena doctora de atención primaria que nos escucha”, dijo Mildred. “Eso es muy importante, ya que está atenta a los síntomas. Sin la cirugía de derivación, Florante probablemente habría sufrido un infarto”.

Florante ya está totalmente recuperado y ha vuelto a jugar al pickleball y a la jardinería, aunque ahora es más cuidadoso con su salud.

“Él sabe que debe tener cuidado”, afirmó Mildred. “Pronto cumplirá 75 años y no puede olvidar lo que le pasó; aprendió a raíz de lo ocurrido”.